Publicado el 5 julio,2017 Por: Mauricio Suarez
El Monumento Sonoro por la Memoria, es un proyecto realizado por el Centro de Memoria Histórica en convenio con Compensar y con el apoyo de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Actualmente el Monumento está trabajando con niños y adolescentes de dos instituciones educativas distritales de la ciudad de Bogotá. Esta es su historia.
Recordar, del latín “volver a pasar por el corazón”. Una acción preferida por muchos y tormentosa para otros. Un concepto duro para cualquier colombiano, personas que han vivido más de 50 años en guerra. Un país cuyos ríos se llenan de sangre, todo esto en medio de parques y juegos de los niños que intentan crear un recuerdo de su infancia. Un recuerdo que tenga cuentos maravillosos donde las armas no sean las protagonistas.
La guerra siempre se ha contado desde la perspectiva de un adulto, nunca se le pregunta al niño o a la niña. Siempre se piensa que los únicos afectados son los grandes, se deja de lado la mente infantil que llega a crear sus propias historias fantásticas para encontrar un lugar de escape de la realidad. Historias que se transforman en cuentos, en fábulas y en canciones. Voces de niños y niñas que han vivido la guerra y que buscan transmitir un mensaje de paz y de reconciliación.
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Los niños comparten sus experiencias sobre el Monumento Sonoro en sus vidas.
Esta es la principal función de la creación del Monumento Sonoro por la memoria, realizado por el Centro de Memoria Histórica en convenio con Compensar y con el apoyo de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Protagonistas infantiles de historias de conflicto del Urabá antioqueño, el Norte del Cauca y el Meta, crearon una narrativa diferente para poder comunicar sus experiencias en el entorno de la guerra.
El conflicto visto desde la capital de Colombia con el pasar del tiempo se ha percibido cada vez más lejano. Las historias que se conocen son de personas desplazadas que llegan a una zona urbana, sin embargo, se sigue viviendo una brecha invisible entre las consecuencias de una guerra rural con una guerra urbana. No es traer el conflicto a la ciudad, es mostrar, concientizar y contar las historias de quienes soportan el dolor de la guerra en sus espaldas y más aún de quienes han crecido en un ambiente de violencia.
Actualmente el Monumento Sonoro por la Memoria está trabajando con niños y adolescentes de dos instituciones educativas distritales de la ciudad de Bogotá, I.E.D Alemania Unificada en la localidad de San Cristóbal Sur y Alemania Solidaria en la localidad de Barrios Unidos. Se busca que los estudiantes entiendan y se sientan identificados con las historias de los contextos rurales, pues muchos de ellos también han vivido problemáticas de violencia en la ciudad.
Publicado el 5 julio,2017 Por: Mauricio Suarez