El jodido triunfo de El Piojo Herrera

Publicado el 23 julio,2015 Por: admin

Por Mauricio Suárez

Si el caricaturista mexicano Abel Quezada siguiese vivo,seguramente habría
convertido al técnico de la selección nacional,  Miguel Herrera, en un personaje digno de antología y de colección dominical.

Así como Argentina heredó de Roberto Fontanarrosa a Inodoro Pereira, su compañero perruno Mendieta y a Boogie el Aceitoso—además de una extensa obra gráfica y literaria que gira en torno al futbol— Quezada habría visto en El Piojo  al retrato perfecto del espíritu nacionalista  post revolucionario institucional en tiempos de la segunda era de la alternancia electoral.

Roberto Fontanarrosa fue un apasionado del futbol, lo que plasmó ampliamente en su obra gráfica, cinematográfica y literaria

Es decir, en otras palabras, si Abel Quezada estuviese vivo,  probablemente hubiere creado un personaje  llamado El Piojito Herrero.

El Piojito Herrero serviría como preámbulo perfecto para contarnos la historia de aquel hombre «jodido»*, bajito y bien entrón a quien la vida, las circunstancias y la economía del mercado convirtieron en una personalidad sin haber ganado nada importante en la vida (más que un campeonato con el América) sino sólo mucho dinero.

Este hombre de papel no sería capaz de entender que el malestar general de su jodidez no estaría ligada a su otrora precaria situación económica —superada por  la cultura del esfuerzo y por los anuncios publicitarios de papel de baño y pastillas para el reflujo— sino al constante desorden de carácter moral que envuelve el país en el que habita.

El Piojito Herrero pues, tendría injertado en su psique el espíritu de estratega del Partido Verde pero sin estar consciente del cinismo de lo abiertamente ilegal; este personaje sería el perfecto reflejo de la filosofía nacional del «no es mi culpa» bajo la cual México ha construido un verdadero monumento a la impunidad.

En el fondo, no sería el retrato de  una mala persona, pero sí sería copia fiel  de las circunstancias que lo orillaron a ser el ícono representativo de lo más jodido de nuestra realidad colectiva.

Piojito Herrera sería ese personaje universal en el que todos nos hemos convertido y que por eso tanto odiamos.

Bajo el mantra de «Que pos que… si yo no me robé nada», El Piojito no sólo sería el entrenador de un equipo de futbol, también representaría a todo aquel mexicano que permite que  su equipo, partido o planilla para la elección vecinal, obtenga el triunfo  a costa de lo que sea sin reparo o vergüenza alguna.

Piojito sería un ente colectivo, una especie de marabunta Minion que camina en reversa y que está convencida de que no es su culpa que la vida sea tan canija ni que el árbitro (o el juez electoral) haya pitado un penal inexistente para que pudieran pasar a la final.

Los Piojitos serían esos entes que ante la injusticia se quedan inermes porque «son las reglas del juego», «el fútbol es así» y «sólo se trata de un deporte», argumentos que extrapolados se convierten en palabras que intentan convencernos: «No hay conflicto de interés», «Que prevalezca el Estado de Derecho», «Sería imperdonable que se escapara de nuevo».

 

Aquí otros personajes a quienes Abel Quezada habría llevado a la inmortalidad:

Don Secretario: un licenciado que recibe la encomienda de no dejar escapar  a Pancho Pantera de la prisión. Ante la fuga insólita del criminal asegura que «las crisis no son para renunciar».

La Palomita: Una  ex actriz de telenovelas, esposa del Jefe de Estado de un país donde existen 15 ultra ricos  (similares al célebre Don Gastón Billetes) y 60 millones de pobres muy pobres; como Palomita está abiertamente del lado de las minorías, ella gusta ir de compras a Rodeo Drive.

El Doctor Lorenzo: Un hombre muy educado pero de lo más estúpido* que asegura que lo más cagado de México es que los indígenas hablan bien chistoso.

El Twitterito: El súbdito del país del piojo… ese que se queja mucho pero no hace nada por resolver su jodida situación.

 


*Jodido

adjetivo
  1. 1.
    malsonante
    [persona] Que está mal por alguna causa, como una enfermedad, una molestia, un problema o una dificultad, por estar decaído o desmoralizado, etc.
    «se quedó muy jodido después de que lo dejara su mujer; uno se siente jodido cuando en el trabajo no te valoran; los vecinos están muy jodidos con las obras; la quimioterapia la dejaba muy jodida, hecha una piltrafa»

*Estúpido

adjetivo

1. 1.

Se aplica a la persona que muestra torpeza o falta de entendimiento para comprender las cosas. «No mames, cabrón: es que desde las dramáticas reuniones con los padres de Ayotzinapa hasta esto, había un mundo. No voy a mentir. Te voy a decir cómo hablaba ese cabrón: «Quiobo, jefe gran nación chichimeca. Vengo Guanajuato. Yo decir a ti, o diputados para nosotros o yo no permitir tus elecciones»”


Ilustración de Abel Quezada compartida por Angélica Portales CC Licensed (CC BY-NC-ND 2.0)

El Ta te tí Por Quino http://www.quino.com.ar/

Publicado el 23 julio,2015 Por: admin

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